La cuperosis es un problema dermatológico crónico que se caracteriza por la dilatación de los pequeños vasos sanguíneos en la superficie de la piel, especialmente en la cara.
Suele presentarse como una coloración roja o rosada, con pequeñas venas visibles, conocidas como telangiectasias.

La cuperosis afecta principalmente a personas de piel clara y puede ser causada por múltiples factores, entre los cuales destacan:

• Predisposición genética: La presencia de antecedentes familiares de cuperosis aumenta la probabilidad de padecerla.
• Debilidad de los vasos sanguíneos: Los vasos sanguíneos débiles y dilatados pueden contribuir al desarrollo de la cuperosis.
• Exposición solar: La sobreexposición al sol puede dañar los vasos sanguíneos y desencadenar la aparición de cuperosis.
• Factores ambientales: Los cambios bruscos de temperatura, la exposición al viento y al frío intenso pueden desencadenar la aparición de rojeces en la piel.
• Consumo de alcohol: El alcohol dilata los vasos sanguíneos, lo que puede agravar la cuperosis.
• Otros factores: El estrés, las comidas picantes y ciertos productos para el cuidado de la piel pueden desencadenar o empeorar los síntomas de la cuperosis

Los síntomas de la cuperosis son fácilmente reconocibles y pueden incluir:

• Aparición de venas rojas o rosadas en la piel, especialmente en las mejillas, nariz y frente.
• Sensación de ardor o picazón en las zonas afectadas.
• Piel sensible y propensa a enrojecerse con facilidad.
• En casos más graves, pueden presentarse pequeñas protuberancias rojas y visibles.

El diagnóstico de la cuperosis se realiza a través de la evaluación clínica realizada por un especialista en dermatología estética. El médico examinará los síntomas y la apariencia de la piel para confirmar el diagnóstico y determinar el mejor enfoque de tratamiento.

Esta patología puede tratarse con medios físicos, como la Ipl, el láser Neodimio Yag y cosmética adecuada.

Además de los tratamientos mencionados, es importante seguir una serie de recomendaciones para el cuidado de la piel y controlar los síntomas de la cuperosis:

• Utilizar protector solar diariamente con un alto factor de protección para proteger la piel de la exposición solar.
• Evitar cambios bruscos de temperatura y proteger la piel del viento frío y el calor intenso.
• Evitar el consumo excesivo de alcohol y alimentos picantes.
• Utilizar productos suaves y adecuados para el cuidado de la piel, evitando irritantes agresivos.
• Consultar regularmente a un especialista en medicina estética para evaluar el progreso del tratamiento y ajustar las recomendaciones.

Tratamientos relacionados

• Luz Pulsada
• Láser de Neodimio-Yag.